martes, 13 de octubre de 2009

Los colores y los sentidos



1.- Los colores

El color, como tal, no existe. Los colores son una interpretación que el sistema ojo-cerebro hace de la gama de las frecuencias visibles (longitudes de ondas comprendidas entre 7 por 10 elevado a menos 5 y 4 por 10 elevado a menos 5 cm) del espectro de radiación electromagnético, y que el cerebro transforma en sensaciones que llamamos color. El color sólo existe para el perceptor, sin perceptor no hay color, incluso para dos perceptores, las sensaciones (colores) pueden ser distintas (caso del daltonismo)[1].

Como introducción a este tema, recordemos algunos datos. En el escrito Origen decimos, al hablar del “quinto fotograma”, que cuando la temperatura del universo cayó al punto en que todos los electrones libres pudieron unirse con los núcleos atómicos para formar átomos estables (para lo que tuvieron que transcurrir más de 300.000 años desde el origen del big bang ), el Universo se hizo transparente a la radiación; en ese momento se hizo la luz (sin luz no hay color).

Decimos, también, en el “primer fotograma”, que el número de fotones, en el origen, era de mil millones por cada protón o neutrón (este dato nos muestra el elevado número de fotones - causantes de que podamos ver - existentes en relación con el de átomos).

En el punto 2 de este tema, se relacionan las características de toda la gama de frecuencias que integran el espectro de radiación electromagnético, con indicación de la energía de los fotones para cada frecuencia. En dicha relación se observa que, a la frecuencia de la luz visible, la energía de los fotones es de 1 á 6 ev, la energía inferior corresponde a la luz roja y la mayor a la luz violeta, por lo que, para lo que nos interesa en este tema, podríamos asignar 1 ev de energía a la luz roja, 2 ev a la naranja, 3 ev a la amarilla, 4 ev a la verde, 5 ev a la azul y 6 ev a la violeta.

La luz visible puede ser absorbida o reflejada por las distintas sustancias, pero, por el carácter selectivo de la absorción. cada sustancia absorbe la luz visible de una o varias longitudes de onda determinadas y refleja las frecuencias que no absorbe.

Las longitudes de onda de la luz visible que una sustancia no absorbe, las reflejadas, al incidir en nuestra retina y ser transmitidas por el nervio óptico al cerebro, éste las interpreta como un color, por lo que nosotros lo vemos como si fuera el color de esa sustancia.

Hemos dicho, que la gama de frecuencias visibles va del color rojo al violeta, esto lo observamos en los colores del arco iris, al transmitirse separadas las frecuencias visibles, en vez de hacerlo juntas como es lo normal, debido a un fenómeno de difracción con las gotas de agua.

A la vista de los datos anteriores nos podemos hacer la siguiente pregunta: ¿por qué algunas sustancias absorben fuertemente la luz visible de longitudes de onda concretas y de otras no lo hacen? Aunque los acontecimientos precisos que tienen lugar en los primeros instantes después de la absorción de un fotón se hallan aun muy lejos de ser conocidos, podemos afirmar que la respuesta está relacionada con las energías de los átomos y la de la luz. Esto empezó a ser comprendido con el trabajo de Einstein y Bohr en las dos primeras décadas del siglo pasado.

Einstein en 1.905 fue el primero en comprender que un rayo de luz consiste en un chorro de un enorme número de partículas denominadas fotones. Los fotones no tienen masa ni carga eléctrica, pero cada fotón tiene una energía definida, que es inversamente proporcional a la longitud de onda del rayo de luz, o lo que es lo mismo, directamente proporcional a su frecuencia, ya que la frecuencia es la inversa de la longitud de onda. Bohos r propuso en 1.913 que los átomos y las moléculas sólo pueden existir en ciertos estados definidos, con configuraciones estables que, a su vez, tienen una energía definida. Ya hemos dicho que los átomos en una molécula se hallan en un estado particularmente bajo de energía

Normalmente, los átomos de una molécula (y por tanto la molécula) están en el estado de energía más baja posible. Sólo cuando el átomo es “excitado” emite una radiación característica. Cuando un electrón de un átomo es excitado por un fotón (absorción de un fotón), si el fotón tiene la energía adecuada, el electrón puede ser elevado desde su estado habitual o “básicos” (orbital básico) a un nivel más elevado (orbital más elevado). Al volver a caer a su nivel básico emite un quantum de radiación electromagnética de longitud de onda, con valor energético correspondiente a la de la energía recibida, y que puede coincidir con la de un color. Energía que debe tener el valor de la diferencia energética entre el orbital superior y el inferior en el que normalmente orbita el electrón.

Un corolario de la capacidad del modelo atómico de Bohr para explicar los espectros de emisión en su capacidad de absorción nos diría: Si, al caer de un nivel a otro, el electrón causa la emisión de un quantum determinado, se deduce que un quantum de ésta, y sólo de esta longitud de onda particular puede ser el que eleve al electrón de su situación inferior a la más elevada. Esto explica por que no existen posiciones intermedias entre los niveles de los electrones y el porque la absorción de fotones tiene un carácter tan selectivo con respecto a sus frecuencias.

En el caso que nos ocupa, donde los electrones son excitados por los fotones que absorben, las energías de estos fotones excitantes deben ser precisamente la diferencia entre la energía del estado normal del átomo o molécula y el estado de energía más alta. Los fotones con energías distintas no afectarían al electrón

Citaremos tres ejemplos:

Los compuestos típicos de cobre son de color azul verdoso porque existe un estado particular del átomo de cobre con una energía que es 2 ev más alta que la energía del estado normal del átomo, y así es por lo que resulta excepcionalmente fácil para el electrón saltar a dicho estado absorbiendo un fotón con energía de 2 ev . Este fotón corresponde, como hemos dicho más arriba, al color anaranjado, de modo que la absorción de estos fotones deja un resto de luz reflejada carente de esta radiación, por lo que se nos manifiesta como azul verdosa.

En el caso de la clorofila los electrones que tiene capaces de esta elevación lo hacen especial a las frecuencias de las radiaciones de los colores rojo y violeta. Es por ello que las hojas de los árboles tienen color verde, porque al absorber los colores rojo y violeta dejan un resto de luz reflejada verdosa.

El color azul del cielo tiene el mismo fundamento. Al incidir los rayos del sol sobre las partículas atmosféricas, en su mayoría partículas de agua, adsorben las radiaciones de menor frecuencia y dejan un resto reflejado que se corresponde con las de los tonos azules.

Una hoja de papel blanca tiene este color porque refleja la totalidad de las frecuencias visibles El color negro, por el contrario, es el que absorbe la totalidad de las frecuencias visibles.

Si no se cumplieran las condiciones citadas, ¿podría nuestro sistema visual percibir colores? Este es el fundamento por el que he dicho al principio que los colores no existen.

Pero, después de lo expuesto, volvamos al párrafo primero. Decíamos allí, que los colores son el resultado de la interpretación que el sistema ojo-cerebro hace de la gama de las frecuencias visibles. Esta breve referencia, me suscita algunas reflexiones. ¿Por qué el cerebro limita a un margen tan estrecho la gama de frecuencias visibles, o es que el cerebro no tiene capacidad para traducir en colores otras frecuencias al margen de las de los colores del arco iris ¿Y el color ultravioleta, visible para algunos insectos? ¿Dónde está el color infrarrojo?

Que sepamos, algunos insectos detectan incluso el color ultravioleta. El fotógrafo científico noruego Björn Roslett presentó una serie de fotografías de flores sacadas en luz natural y las mismas con una cámara que, además, detectara el ultravioleta, la diferencia era espectacular. Una flor de un color amarillo sólido con luz natural, se mostraba con luz ultravioleta en dos colores; el centro violeta y el contorno blanco. Una flor de un tipo de azafrán que con luz natural se presenta con un tono violeta en los extremos que progresivamente va cambiando al blanco hacia el centro, con luz ultravioleta se manifiesta con tres tonos amarillos, tendentes al verde en los extremos. ¿Cómo será nuestro moreno de playa en luz ultravioleta?

Quizás sea oportuno hablar aquí, aunque sea brevemente, sobre los sonidos, por guardar cierta similitud con los colores. Al igual que los colores sin receptor no hay sonido, el sonido es la interpretación que hace nuestro sentido auditivo de la energía que recibe a través de las ondas sonoras, que son oscilaciones de presión del aire y que el oído humano convierte en ondas mecánicas, que son interpretadas por el cerebro como sonidos. Una diferencia esencial entre la luz y el sonido, es que las frecuencias del espectro visible pueden propagarse por el vacío y las sonoras no, lo que nos permite ver las estrellas pero no oír las estruendosas explosiones que deben producirse en la superficie del Sol.

Al hablar de los colores voy a referirme, brevemente, a la belleza y armonía de las plantas y de su colorido (repetimos; ¡belleza y armonía que sólo existen para el preceptor!). La diversidad de colores de las hojas de las plantas y de sus flores, sin olvidar los deliciosos aromas de muchas de estas flores, contribuyen al encanto y belleza del paisaje Esta coloración se debe a la combinación de los diferentes pigmentos moleculares que contienen. Si además de sus colores consideramos lo armonioso de sus formas, nos hace pensar que entre los muchos propósitos por los que las plantas han sido creadas por la Naturaleza, uno de ellos, y en especial las plantas ornamentales (aunque también un cardo tiene su belleza), es con un fin decorativo que, curiosamente, sólo puede servir para recreo y deleite de los humanos, por ser los únicos seres que tienen capacidad para sentir esta sensación de bienestar y deleite con su percepción contemplativa. ¿Cómo y por qué cada planta ha seleccionado la pigmentación adecuada y característica de cada especie? Si ha sido por azar, me pregunto si es posible que el azar tenga tan alto nivel de sensibilidad selectiva para poder reagrupar los elementos cromosómicos que cada tipo de planta precisa para crear los pigmentos y demás componentes que estas formas de vida precisan para, según nuestra percepción, conseguir tan alto grado de armonía y belleza.

2.-Características del espectro de radiaciones electromagnéticas

Por su interés para algunos conceptos que se van a mencionar, relacionaré las características más importantes del espectro de radiaciones electromagnéticas. Habrá que tener en cuenta que los cortes de las longitudes de onda entre cada una de los siete grupos de radiaciones en los que hemos dividido el espectro para su estudio, sólo son indicativos y no tan rigurosos como los señalados, ya que existe como un solapamiento entre ellos. En el espectro de radiación no existen colores ni sonidos, solo una gama de frecuencias que se desplazan por el universo sin solución de continuidad entre ellas.

Para radiaciones de radio (hasta VHF).- La longitud de onda es de 10 á 10 elevado a 5 cm. La energía es de 10 elevado a menos 5 ev. La temperatura es de 3 por10 elevado a menos 2 grados K.

Para las microondas .- La longitud de onda es de 10 elevado a menos 2 á 10 cm. La energía de 10 elevado a menos 5 á 10 elevado a menos 2 ev. La temperatura de 3 por10 elevado a menos 2 á 30 grados K.

Para los rayos infrarrojos.- La longitud de onda es de 4 por 10 elevado a menos 5 á 10 elevado a menos 2 cm. La energía de 10 elevado a menos 2 á 1 ev. La temperatura de 30 á 3 por 10 elevado a 3 grados K.

Para la luz visible.- La longitud de onda es de 7 por10 elevado a menos 5. á 4 por 10 elevado a menos 5. La energía de 1 á 6 ev. La temperatura de 3 por 10 elevado a 3 á 1’5 por 10 elevado a 4 grados K.

Para la luz ultravioleta.- La longitud de onda es de 10 elevado a menos 7 á 7 por 10 elevado a menos 5 cm. La energía de 6 á 10 elevado a 3 ev. La temperatura de 1’5 por 10 elevado a 4 á 3 por 10 elevado a 6 grados K.

Para los rayos X.- La longitud de onda es de 10 elevado a menos 9 á 10 elevado a menos 7 cm. La energía de 10 elevado a 3 á 10 elevado a 5 ev. La temperatura de 3 por 10 elevado a 6 á 3 por 10 elevado a 8 grados K.

Para los rayos gamma.- La longitud de onda es menor de 10 elevado a menos 9 cm. La energía mayor de 10 elevado a 5 ev. La temperatura mayor de 3 por 10 elevado a 8 grados K.

Como sabemos, la frecuencia de cualquier radiación es inversamente proporcional a su longitud de onda. La fórmula que las relaciona es: f = v/l, donde f = frecuencia en Hz, v = velocidad de la luz en cm, y l = longitud de onda en cm.

Al escribir sobre los colores, por su relación con la vista, y del sonido con el oído, me ha sugerido la idea de complementar el tema con el estudio de los cinco sentidos, referido a sus características más generales.

Empecemos por el sentido del tacto.

3.- El tacto

El tacto, en mi opinión, es el más sencillo de los cinco sentidos, es un sentido que yo le denomino simple, en tanto que a los otros cuatro les denomino complejos, al no necesitar de un medio transmisor entre el objeto y el sistema receptor. El sistema táctil realiza la percepción de forma directa al palpar un objeto. Las terminaciones nerviosas del sistema neuronal, al ponerse en contacto con el objeto, transforman la sensación recibida en señales electroquímicas, señales que son transmitidas al cerebro, éste las interpreta y nos las manifiesta como las dimensiones topológicas[2] del objeto palpado así como sus cualidades físicas.

4.- La vista

Diré, en principio, que el ojo es un órgano muy delicado. El sentido de la vista posiblemente sea el más perfecto y evolucionado, por lo que voy a dedicarle más atención que al resto de los sentidos, y, también, porque lo que se diga del sentido de la vista en lo que respecta a la transmisión al cerebro de las señales recibidas por su órgano receptor, el ojo, se puede aplicar a cada uno de los otros sentidos. La vista dispone de un sistema receptor; el ojo, que capta la percepción visual en la retina. La retina, que la podríamos considerar como una prolongación del cerebro, está formada por un conjunto de células nerviosas sensibles a la luz, denominadas conos y bastoncitos, el número de bastoncitos es mayor que el de conos y más sensibles a la luz que los conos, por otra parte, los conos tienen pigmentos que hacen posible la visión en color. Hay alrededor de 120 millones de bastoncitos y unos 6 millones de conos en cada ojo humano. Los conos ocupan el centro de la retina que es la parte más sensible, donde se encuentra la fóvea, que es la zona de más agudeza visual La retina transforma la percepción visual en impulsos electroquímicos, y, a través del nervio óptico, se transmiten al cerebro, quién, a su vez, los traduce en una información capaz de ser interpretada por la mente como un reflejo fiel de la imagen que se halla delante del ojo.

El sentido de la vista, por la situación de los ojos, permite la visión binocular, que consiste en la observación de un campo visual con los dos ojos al mismo tiempo. La visión de las dos imágenes formadas en ambas retinas, el cerebro las superpone y las interpreta como una sola imagen más completa y tridimensional que nos permite, entre otras ventajas, poder tomar los objetos con mayor precisión.

Sin entrar en detalles de la estructura del ojo (ni de los ojos compuestos de los artrópodos), diré que el comportamiento del ojo es, en algo, parecido al de una cámara fotográfica, ambos tienen una lente con la misma misión, focalizar la imagen recibida; la cámara convencional en el papel sensible y el ojo en la retina. El punto de mayor sensibilidad de la retina, como hemos dicho, es una región pequeña, donde la lente focaliza la imagen, conocida como fóvea o mácula. El funcionamiento de la cámara y el del ojo difieren en que, en ésta, la señal queda grabada en el papel sensible, y, en el cerebro no queda, en ningún momento, constancia real de imagen. En este aspecto, el comportamiento de la vista es más parecido al de las cámaras digitales, ni en la cámara digital ni en el cerebro se forma imagen alguna, En ambos medios, la información se almacena codificada, con una diferencia, la codificación de la cámara es conocida, pero la del cerebro no la conocemos, ni posiblemente se conocerá. Así como en la cámara digital la imagen queda registrada en su memoria, en el cerebro la imagen sólo persiste el tiempo que nos estamos fijando en ella. No obstante, en el cerebro queda grabado como un recuerdo vago de las imágenes percibidas (memoria), con una intensidad de grabación que depende del interés puesto al percibirlas. Esto nos permite reconocer a la persona que habíamos visto con anterioridad si nos encontrarnos de nuevo con ella, o rememorar algo que habíamos visto aunque sea mucho el tiempo transcurrido.

Al igual que una cámara fotográfica, la vista precisa de un medio entre el objeto y el sistema receptor capaz de transmitir la señal. Como para funcionar, tanto el sistema receptor visual como el de la cámara, precisan de la luz, parece lógico pensar que el medio transmisor han de ser los fotones, razón por la que las señales luminosas puedan transmitirse en el vacío. (si no fuera así, ¿como podríamos ver las estrellas?). Los fotones, por sus características; partículas sin masa y sin carga eléctrica alguna, se desplazan a la velocidad de la luz y sin interferirse entre ellos, lo que permite que la nitidez de la imagen que transmiten sea total y no haya límite de trasmisión en lo que respecta a la distancia. Estas características, y la visión binocular, son también las que facilitan que las imágenes que recibimos en la retinan aparezcan con su forma y dimensiones topológicas.

Vamos a describir con algún detalle el comportamiento del cerebro, El cerebro del hombre tiene una estructura extraordinariamente compleja. Comprende más de un billón de neuronas densamente interconectadas entre ellas, cada neurona individual está vinculada con otras miles de neuronas con las que tiene multitud de conexiones neuronales para realizar el procesamiento de la información que les llega captada por el órgano recepto, en este caso, el ojo. Las señales recibidas en la retina, se transforman en impulsos o pulsos electroquímicos, de un voltaje de unos 70 milivoltios, que son transmitidos al cerebro por los axones o fibras nerviosas (un axón podemos considerarle como un cable de los circuitos electrónicos). Los axones integran las neuronas y son los que enlazan unas neuronas con otras o llevan información a estructuras corporales, como pueden ser los músculos o las glándulas. El enlace entre neuronas se hace en lo que se conoce como sinapsis. En el punto de la sinapsis no hay unión física entre neuronas, existe una separación diminuta, de una cienmilésima de milímetro, y, la descarga entre neuronas de estos pulsos electroquímicos se hace mediante el paso de una cantidad insignificante de una sustancia denominada neurotransmisores. La masa de un neurotransmisor es más que pequeñísima; es de ¡una trillonésima de gramo! (¡inconcebible!). El tratamiento que da el cerebro a los pulsos electroquímicos que llegan a él lo realizan las neuronas; entre excitaciones e inhibiciones, señales de ida y retorno entre multitud de neuronas y centros de control, sufren un procesamiento que los transforman en señales visibles para nuestra mente. Además de lo anterior, hay que resaltar que además de los nervios que podríamos llamar visuales, porque son los que lleva la visión a la corteza del cerebro, existen unas cuantas fibras nerviosa que van al cerebro medio y se utilizan, entre otros aspectos, para los ajustes del iris y si la imagen es borrosa corregir el enfoque del cristalino. Estos procesos tiene tal dificultad y complejidad que aun no han sido descifrados en su totalidad (diré, para ampliar la información, que al igual que en la cámara fotográfica, la representación codificada de la imagen llega al cerebro invertida) Esta complejidad para describir los procesos neuronales, es la que me hace terminar aquí este párrafo, sin más concreciones.

No obstante voy a mencionar dos comportamientos destacables. Tanto en el cerebro como en las computadoras, la información se registra en forma de impulsos digitales, pero así como el código de las computadores es conocido, el neuronal no. Por otro lado, los impulsos electroquímicos neuronales fluyen a una velocidad muy inferior a los eléctricos de las computadoras, que lo hacen a la velocidad de la luz, según esto, podremos estar orgullosos de pensar bien pero no de pensar rápido. Esta circunstancia nos podría llevar a una situación paradójica que mencionaré más adelante, en el apartado Curiosidades relacionadas con la vista..

Creo de interés detallar algunos de los defectos o traumatismos del ojo.

Miopía.- Dificultad para ver de lejos.

Hipermetropía.- Dificultad debida a que las imágenes, al proyectarse detrás de la retina, se ven algo borrosas, por lo que los que la padecen, para ver con más nitidez, entornan los ojos, así, sin saberlo, sobrecargan los músculos del cristalino y hacen que éste enfoque mejor.

Presbicia.- Defecto que dificulta ver con nitidez los objetos cercanos, suele presentarse alrededor de los 50 años de edad.

Daltonismo.- Dificultad para percibir determinados colores o confundir algunos entre si, en especial el rojo con el verde.

Oftalmia.- Ojo muy sensible a los rayos ultravioletas. Una exposición muy prolongada a esta radiación produce una inflamación muy dolorosa. La única prevención es llevar gafas de sol capaces de detener este tipo de rayos.

Cataratas.- Opacidad del cristalino, bastante frecuente en las personas de edad avanzada.

Conjuntivitis.- Inflamación de la conjuntiva (membrana mucosa que cubre la cara posterior de los párpados y la de la parte anterior del globo del ojo), causada por infecciones de bacterias o virus.

Glaucoma.- El glaucoma se define como una neurología degenerativa de las fibras del nervio óptico. Enfermedad grave si no se cura a tiempo.

Como lo hemos mencionado más arriba, vamos a escribir algo sobre los ojos compuestos de los artrópodos. Diremos, en primer lugar, que los artrópodos constituyen una de las grandes divisiones del reino animal, con multitud de clases, que no vamos a detallar. En ellos, hay dos tipos de ojos; simples y compuestos. A estos últimos son a los que nos vamos a referir por su especifidad. Están compuestos por múltiples elementos visuales denominados ommatidios, dispuestos radialmente uno junto al otro, con una córnea semicircular común para todos, cada uno, por tanto, apunta en una dirección diferente (Una mosca dispone de unos l8.000 ommatidios, además de un centenar de otros sensores de luz. El funcionamiento del sistema es similar al nuestro, el nervio óptico transmite la totalidad de las percepciones recibidas por los ommatidios, como señales nerviosas, al cerebro que las interpreta y transforma en información visible para la mosca). Este sistema de visión tiene algunas ventajas sobre el nuestro: su espectro visual se extiende hasta el color ultravioleta, distingue la polarización de la luz y, una gran mayoría de artrópodos tienen una visión en color más rica que nosotros, debido a que, así como nuestro sistema visual dispone de tres pigmentos, que se corresponden con los tres colores primarios; rojo, verde y azul, para definir los colores, algunos crustáceos disponen de hasta trece pigmentos.

5.- El oído

El sentido del oído, como los anteriores, está magistralmente diseñado para cumplir la misión que tiene encomendada. Quizás no sea tan complejo como el sistema visual, pero, como éste, necesita de un medio transmisor de las señales. En este caso, el medio transmisor es el aire, por lo que los sonidos no se transmiten en el vacío. A este respecto mi pregunta es ¿se producirán explosiones en la superficie solar? Deben ser escalofriantes, pero no podemos oír las monstruosas crepitaciones de las manchas solares por existir un vacío entre el Sol y la Tierra

Es importante conocer que la propagación del sonido involucra un transporte de energía, sin transporte de materia, por lo que la energía de las vibraciones producidas por un medio vibrante generan, a su vez, ondas, que son oscilaciones de presión sobre las partículas de aire que, al incidir sobre el tímpano, por la energía que portan, le hacen vibrar, vibraciones que son transmitidas, por los componentes del oído medio, hasta el órgano fundamental del sistema receptor auditivo; el Órgano de Corti, ubicado en el oído interno y constituido por células ciliadas (unas13.000 células). Estas células ciliadas, al llegar a ellas las vibraciones actúan como si resonaran de acuerdo con la frecuencia de cada vibración, al igual que lo harían las cuerdas de un arpa, y convierten estas vibraciones en señales nerviosas que, a través del sistema neuronal, son transmitidas al cerebro, donde, éste, las procesa para que nuestra mente pueda interpretarlas como sonidos, y, lo que es más importante, nos llegan sin distorsión alguna.

Funcionando en armonía con el oído, se halla el órgano que controla el equilibrio, situado como una prolongación del oído interno y anatómicamente como si constituyeran un solo órgano. He buscado temas referidos a él perono he encontrado nada respecto a su funcionamiento, únicamente hallé información sobre su anatomía. Agregaré, que por su complejidad le dominan el laberinto y por la importancia de su función, que no apreciamos hasta que sufrimos una alteración en uno o en ambos laberintos, debería considerarse como el sexto sentido.

6.- El olfato

El olfato es el sentido encargado de la percepción de lo que conocemos como olores. Se puede considerar como un sentido eminentemente químico. Este sentido puede percibir entre más de 10.000 aromas diferentes.

Las sustancias conocidas como odorantes son compuestos químicos volátiles, esto es, que pueden liberar a la atmósfera pequeñas moléculas que, al ser transportadas por el aire y absorbidas por la nariz, alcanzan los cilios de algunas de las más de 20 millones de células olfativas de nuestro sistema de olfacción. Estas células olfativas transforman las señales químicas que han detectado de los distintos aromas, en señales nerviosas que son transmitidas, como en el caso de los otros sistemas sensitivos, al cerebro para que, éste, las haga llegar a la mente como olores ¿La percepción que nos trasmite la mente tendrá alguna relación con lo que realmente portan las moléculas volátiles de las sustancias odorantes? Yo afirmaría que no (acordaos de los colores).

7.- El gusto

El gusto es el sentido sensitivo que identifica lo que conocemos como sabor de las sustancias solubles en la saliva, por medio de algunas de sus cualidades químicas, por lo que a este sentido también podemos considerarle, como al olfativo, como un sentido químico.

Su función la realiza por medio de las papilas gustativas repartidas en la lengua por zonas sensoriales. La zona que percibe el sabor dulce está situada en la punta de la lengua, la que percibe el sabor amargo en la parte posterior, en los dos laterales posteriores está situada la que percibe el sabor ácido y en los laterales delanteros se sitúa la que percibe el sabor salado. La transformación de las percepciones de las papilas gustativas en señales nerviosas y su traducción en el cerebro para que las percibamos como un sabor, se ejecuta de forma muy similar a como se hace en los otros sentidos.

Diré, que algunos animales tienen más desarrollados que nosotros algunos sentidos, en especial el del oído y el del olfato, lo que les permite una mayor sensibilidad de percepción de estos sentidos.

8.- Curiosidades relacionadas con la vista

Hemos dicho más arriba que la velocidad de los impulsos neuronales es muy inferior a la de los ordenadores. Esta circunstancia nos puede llevar a la siguiente paradoja: Supongamos que estamos realizando un viaje interplanetario en una nave espacial. A medida que aumenta la velocidad de la nave, llegará un momento en que su velocidad superará la velocidad de los impulsos neuronales, en este instante, si estamos mirando hacia delante por el parabrisas de la nave, la sensación es muy extraña, las imágenes ya pasadas es como si fueran apareciendo dentro del campo de visión delantero al no disponer de tiempo suficiente nuestro sistema receptor de señales para fijarlas, es como si no viéramos lo que tenemos delante. Al seguir aumentando la velocidad y aproximarse a la de la luz, el mundo que percibimos es aun más extraño, toma un aspecto como si estuviera comprimido en una pequeña ventana circular constantemente delante de nosotros.

Ahora vamos a hablar del pulpo. El ojo del pulpo es el más desarrollado de todos los vertebrados e invertebrados, aunque su estructura y función es muy similar. Al contrario que ellos tiene las células sensibles de los conos y bastoncitos que integran la retina orientados hacia la luz, que es como parece lógico que deban estar, así, las conexiones nerviosas y sanguíneas se realizaran por la parte posterior de la retina, pero en el resto de los animales superiores no es así, las células sensibles las tienen en la parte posterior de la retina, no en la orientada hacia la luz. Por esta razón, tanto las conexiones nerviosas como las sanguíneas tienen que salir a la parte anterior de la retina, por una especie de orificio, denominado punto ciego, para conectarse con la parte posterior de los conos y bastoncillos (no confundir la mácula, que es la región de la retina donde la visión es más nítida, con el punto ciego donde no hay visión). El pulpo, por consiguiente, no tiene punto ciego.

Pero no sólo es esto, aún hay mas particularidades en el pulpo aunque no estén relacionadas con la vista, las vamos a mencionar por su trascendencia. El pulpo tiene tres corazones (¡no has dado un salto de la silla al conocerlo!) El principal lleva la sangre oxigenada a todo el cuerpo y los otros dos transportan la sangre a cada una de las dos branquias para que se oxigene. Pero además, la sangre en vez de utilizar hemoglobina para el transporte del oxígeno utiliza hemocianina, que emplea átomos de cobre, en lugar de hierro, para el transporte del oxígeno, por lo que el color de la sangre del pulpo es azul. La hemocianina es menos eficiente que la hemoglobina de los vertebrados. Además de estas diferencias, también hay que destacar que tiene una inteligencia inaudita y, además, si se le corta un tentáculo le vuelve a crecer. Todo esto hace que el pulpo no parezca un producto del proceso evolutivo normal, sino, más bien, la obra de un diseñador distinto al que diseñó al resto de los seres vivos.

Por último y por tener cierta relación con el tema que estamos tratando, no quiero dejar pasar la ocasión de comentar algo que me llamó la atención cuando llegó a mi conocimiento. Se trata del sistema visual de la mosca. El ojo humano es capaz de distinguir aproximadamente 20 imágenes por segundo. Si se le muestran más de 20 se crea en nuestra mente la ilusión de una imagen en movimiento, como sucede en la proyección de una película. El sistema visual de la mosca puede percibir unas 120 imágenes por segundo, por lo que cuando tenemos una mosca parada sobre la mesa y nos proponemos darla un palmetazo, para la mosca es como si nuestra mano se desplazara como en una proyección a cámara lenta; por eso, la mosca escapa tan fácilmente.

Y ahora que hablamos de la mosca, cuando en su vuelo la veo tropezar con el cristal de una ventana y hace infructuosos intentos para atravesarle, me pregunto: ¿cuál será la naturaleza de la impresión que recibe la mosca al encontrarse con un muro invisible e infranqueable?, si la mosca tiene una remota percepción de que está chocando con un muro infranqueable.


[1] Daltonismo.- Defecto del sentido de la visión que consiste en no percibir determinados colores o confundir algunos entre si, en especial el rojo con el verde.
[2] Topología.-La consistencia o textura que presenta un objeto.



BIBLIOGRAFÍA
Weinberg S. (2004) El sueño de una teoría final (García Sanz J. J.). Barcelona : Crítica (Trabajo original publicado en 1992).

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